“El exceso de capacidad castiga al empleo más allá de la crisis”

10 03 2010

Entrevista a Ángel Hermosilla,  Director General de UPM

Por Celsa Borrajo

Por todos es sabido que la industria automovilística está pasando por un momento delicado. Ángel Hermosilla, desde su puesto de director  general de la entidad de represtación empresarial del sector metal en Cataluña, hace uso de su experiencia para justificar un futuro inmediato poco esperanzador.

Hace un año que se aprobó el Plan Integral de Automoción (según Industria, el 2º de mayor dotación económica de Europa). ¿Ha cumplido las expectativas hasta ahora?

No, porque el problema es de tal magnitud que por mucho dinero que se ponga sobre la mesa, seguramente nunca lleguemos a cubrir todas las necesidades. Es una ayuda, pero hay un grave problema, tanto en ventas como en estructuración del sector.

¿Ve correcto que la vía elegida de fomento de la actividad haya sido la ayuda directa al consumo?

Sí, si está dirigida a un objetivo finalista, como el Plan 2000E, porque si no compras el coche no la percibes. Permitió que la caída de principios del año pasado se moderase. En cambio, la de los 400 euros la cobras y a lo mejor no la utilizas.

¿El Plan2000E repercute eficientemente en el mantenimiento del empleo?

Sí, porque estás activando la venta del vehículo, tanto al concesionario como al fabricante.

Aunque salgamos de la crisis, ¿las fábricas automovilísticas españolas podrán hacer frente a las de China, Corea del Sur, Brasil o India?

El sector en Europa tendrá que reajustarse, pero no tanto por un impacto de países emergentes, sino porque se fabrican más coches de los que necesita el mercado.

Y en cuanto a la industria auxiliar, ¿debe temer las recolocaciones a centro y norte de Europa, Túnez o Marruecos?

Son duros competidores, pero el coche tiene muchos elementos. Los más banales, como chapa o montaje de la tapicería, se desplazan a países más baratos. Y los que requieren más tecnología, como el motor, se suelen hacer aquí o como mucho en República Checa.

La industria metalúrgica ha experimentado un pequeño repunte de la actividad ¿Lo suficiente para impulsar a las empresas a contratar?

En general no. En 2009 el empleo cayó entre un 8 y un 9% en el metal. Hay capacidad para crecer en producción sin necesidad de contratar ni invertir.

¿No cree que es un error o una excusa echarle la culpa a la crisis de que se estén despidiendo a muchos trabajadores, cuando en los últimos tiempos esto era una constante?

Puede ser. Lo que está claro es que actualmente se superponen dos crisis: La de coyuntura, conocida por todos, que nace a finales de 2008 y da lugar a despidos y EREs. Y otra más importante, la estructural. El sector está en un cambio a nivel mundial que viene de años anteriores. Y este va a seguir después de la crisis porque hay exceso de capacidad, por los países que se han incorporado al proceso de internacionalización.

Las expectativas de los mercados exteriores son mejores que las internas ¿Serán las exportaciones las salvadoras del empleo?

Del empleo no lo sé, del sector tampoco, pero que ayudan a mejorar sí; aunque la caída ha sido tan brusca que no acabará compensando lo perdido.

Y en cuanto a regulación laboral, ¿el salvador será el Modelo Alemán? (Reducción de jornada + cobro por desempleo proporcional al tiempo que se pierde de trabajo).

Es un buen mecanismo para evitar que el paro aumente tanto.

¿Los empresarios lo apoyan?

Muchos sí. Al empresario no le interesa perder mano de obra. Pero necesita encontrar una fórmula para que, sin despedir, el trabajador no le suponga una carga excesiva. Por ejemplo, como ha bajado la productividad un 30%, pues que trabaje un 30% menos y se le paga un 30% menos. Si el Gobierno costease al empleado el tiempo desocupado, el tema estaría resuelto.

En Seat se han firmando despidos con opción a reingreso en 2011 tras seguir un itinerario formativo y superar un examen. Tal y como está la situación, ¿no es para los trabajadores una opción arriesgada?

Si está bien pactada no. El empresario se puede liberar de cierta estructura que ahora no necesita; pero si, por ejemplo, sabe que el próximo año va a lanzar un nuevo modelo, tendrá que contratar; y las grandes empresas planean su actividad de acuerdo a estas cosas. Además, durante el paro los trabajadores se forman y mejoran su capacidad.

El Presidente de Seat, James Muir, afirmó en el XXIV Encuentro de Empresarios de Automoción que “con probabilidad, el automóvil será el motor de la recuperación económica”. ¿Está de acuerdo?

Si lo dice él que sabe más que yo, será verdad. El automóvil tiene una capacidad de arrastre del conjunto de la economía enorme, por la cantidad de elementos y trabajadores que necesita.


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